Cañoncitos, vigilantes y bolas de fraile: el secreto detrás del nombre de los bizcochos

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La forma en la que popularmente se llaman a uno de los productos más ricos de las panaderías tiene connotaciones no tan dulces. Conocé uno por uno sus significados.

Los que parecen ser nombres inocentes y ya cotidianos para los bizcochos, tienen un trasfondo cargado de anarquismo, protesta y rebeldía, que se remonta a los panaderos de fines del siglo XIX en Argentina.

"Sacramentos", "Bolas de fraile", "Suspiro de monja", "Cañoncitos", "Bombas de crema" y "Vigilantes", son algunas de las formas con las que seguro llamaste miles de veces a algunos de los productos más ricos de la panadería y que nunca te preguntaste el porqué.

Sus orígenes

Todo comenzó en 1887, en Buenos Aires, cuando el anarquista italiano Ettore Mattei creó la primera institución de la resistencia argentina: la Sociedad Cosmopolita de Resistencia y Colocación de Obreros Panaderos.

En 1888, los panaderos organizados iniciaron una huelga que duró más de 15 días. Durante ese protesta, decidieron dejar en claro sus reclamos y no tuvieron mejor idea que hacerlo a través de los nombres de sus creaciones.

¿Qué mejor manera de exponer su reclamo que cambiando los nombres a sus propias producciones?


Uno por uno, sus significados


Sacramentos: son los bizcochos que tienen relleno de membrillo, su nombre es una crítica a la Iglesia Católica.


Bolas de fraile o Suspiro de monja: rellenas de dulce de leche o crema pastelera, los panaderos de 1888 les pusieron ese nombre para ironizar sobre los curas y las hermanas.


Bombas: estos bizcochos o masas, son una burla directa contra el Ejército. Son los clásicos profiteroles, rellenos de crema o dulce.



Cañoncitos: también con relleno de pastelera o dulce de leche, espolvoreados con azúcar impalpable, hacen alusión a los cañones del Ejército.

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Vigilantes: su nombre es una burla directa a la fuerza policial.



Libritos: las galletitas de grasa que con su forma hacen referencia a la educación.



Cremonas: se asemejan a una fila pegada de letras A, símbolo del anarquismo.


La que se salvó fue la medialuna, que tiene más de 300 años de historia y que nació de la lucha de los austríacos contra la dominación del imperio otomano. En parte fue una burla de los panaderos de aquel país, que reprodujeron en masa la medialuna de la bandera turca cuando éstos terminaron derrotados.

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