Según informa El País en algunos casos hay "circuitos callejeros" que se transformaron en espectáculos masivos, donde se acercan vecinos, curiosos y amantes de la velocidad para observar las picadas en plena noche.
Uno de esos puntos se ubica en la rambla costanera de la Barra de Carrasco, frente a la estación de servicio de Petrobras, donde se reúnen decenas de motos y autos para retarse a duelo.
Según la crónica del matutino se trata de un fenómeno que se repite con insistencia de jueves a sábado y participan entre 200 y 300 personas por picada.
"Hubo varios accidentes, incluso un vecino cansado de la situación estaba entrando a la casa, le chocaron el auto y salió con un arma tirando tiros al aire. Al final terminó yendo preso él", expresó un vecino consultado.
Hay un dato no menor y es que la Barra de Carrasco y la Avenida del Parque son territorios de jurisdicción nacional por lo que, más allá del accionar de las intendencias, debe actuar el Ministerio del Interior.
"Cuando vas a un lugar como la Barra de Carrasco, deja de ser un problema de tránsito y pasa a ser un tema de alteración del orden público; cuando no dejan circular, cuando hacen desviar los ómnibus, cuando la gente no va a la parada porque no está segura, y cuando no puede dormir por los ruidos", afirmó el director de Tránsito de la Intendencia de Canelones, Marcelo Metediera.
Fuente/ ECOS
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