Bohlin desarrolló el diseño de tres puntos después de una extensa investigación y pruebas, con el objetivo de crear un cinturón de seguridad efectivo y fácil de usar.
La patente de Bohlin para el cinturón de tres puntos no fue registrada como propiedad exclusiva de Volvo, sino que fue puesta a disposición de la industria del automóvil de manera gratuita.
La decisión de Bohlin de no patentar su invento se debió a su preocupación por la seguridad en la carretera y su deseo de que el cinturón de seguridad fuera utilizado en todos los vehículos, no solo en los de Volvo.
La elección de Bohlin de no patentar su invento fue un acto altruista que ha salvado innumerables vidas en todo el mundo. Su diseño ha sido adoptado por la mayoría de los fabricantes de automóviles y ha sido ampliamente considerado como el elemento más importante para la seguridad en la carretera.
La decisión de Bohlin de no patentar su invención ha permitido que el cinturón de seguridad sea accesible a todos, sin restricciones legales o económicas que limiten su uso o distribución.
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