Comenzó a funcionar la planta de compostaje de residuos sólidos orgánicos en Empalme Olmos

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Comenzó a funcionar la planta de compostaje de residuos sólidos orgánicos ubicada en el paraje de Cañada Grande, Empalme Olmos, que es producto del convenio firmado entre la Intendencia de Canelones y la empresa Softys Uruguay. La planta será capaz de procesar unas 600 toneladas de lodos papeleros producidos por la empresa y 200 toneladas de restos de poda y jardinería recolectados por el Gobierno Departamental.

“Se procesa por un tratamiento biológico que implica la degradación de la materia orgánica y su transformación en otros usos”, informó al respecto el Técnico del Área de Gestión de Residuos, Alejandro Tarigo. Se evita de esta forma que el lodo papelero y la recolección de podas del departamento terminen su ciclo en disposición final. El producto que se genera –compost– será utilizado como cobertura y cierre de celdas de operación en el propio sitio de Cañada Grande. Además, se aspira a que los productores rurales de la zona puedan utilizarlo como mejorador de las propiedades del suelo, con el fin de contribuir y promover, a su vez, la economía circular en Canelones. Sobre esto, Tarigo informó que “este producto es un mejorador de suelos; en principio se utilizará para hacer una última cobertura del sitio de disposición final y se evaluará la calidad para aportar a mejoras de otros suelos del departamento”.

Dejando huellas

En el lugar estarán trabajando integrantes de la cooperativa social PyPoré, para quienes tiene un gran significado el nuevo desafío. Como lo explica el cooperativista Sergio Viera, “este proyecto nos identifica y tiene todo un valor porque tiene que ver con el espíritu de la cooperativa, con el tema del vínculo de la agroecología y con la transformación del espacio”. Pyporé toma su nombre de la expresión guaraní “dejar huellas o marcas”.

Los cooperativistas tuvieron una puesta a punto antes de comenzar el trabajo operativo. “En el día de hoy tuvimos una charla con una prevencionista de la empresa. Vino a marcar pautas de los riesgos en el trabajo, cosas que teníamos en cuenta y otras no, (...) Es así que trabajaremos en conjunto hasta que se logre una operativa fluida”, manifestó Viera.

En este proyecto se unen varios propósitos: mantener fuentes de trabajo, volver a los orígenes de la cooperativa y, principalmente, dar valor a los residuos que anteriormente se veían como basura. “Lo principal es que son cuatro puestos de trabajo, con una perspectiva de proyectar esto hacia el futuro. Previamente tuvimos un proyecto de compostaje de ramas que no pudimos concretar, en un predio cercano de acá (...) Para nosotros era fundamental empezar a trabajar pero también por el lado de la tarea, el compostaje. Para nosotros es crucial, todos somos responsables de algo que podemos aprovechar y que no termine finalmente en disposición final. Poner nuestro grano de arena es fundamental”, concluyó Viera.

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