La pieza apareció en una planta de reciclaje cuando debía estar en una heladera del Instituto Técnico Forense.
Los indagados son funcionarios de la morgue que tenían acceso al sector donde estaban los restos de Carolina Escudero, la joven asesinada a mediados de enero de varios balazos en la cabeza y escondida en un pozo en un monte de Florida próximo al límite con Durazno.
La pieza estaba en la morgue del hospital de Florida dentro de un sistema de refrigeración, las pericias ya se habían realizado y los restos se guardaban allí hasta que la justicia los liberara para su entrega a familiares.
Pero sorpresivamente este fin de semana el cráneo fue hallado en una planta de reciclaje, cómo llegó hasta allí es la gran interrogante que intenta despejar la fiscal que investiga el misterioso traslado.
Para eso le toma declaración a cerca de 20 funcionarios y se analizan las cámaras de seguridad.
Además de la causa que lidera Fiscalía, el ITF inició una investigación administrativa para esclarecer los hechos.
El principal sospechoso del crimen es la ex pareja de Carolina, el hombre fue quien denunció su desaparición y tras ser indagado y dar versiones inconsistentes se quitó la vida y dejó una carta a su madre en la que advertía que él no tenía nada que ver con la desaparición de la joven madre de su hijo. El crimen por su parte es investigado por la fiscal de Canelones, Patricia Bentancort.
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