Alejandro Benítez es un histórico futbolista del ascenso argentino. Tiene 30 años. Y es un héroe. Pero no por una hazaña deportiva, sino por el gran gesto humano que tuvo días atrás. Decidió abandonar el fútbol para donarle parte de su hígado a su sobrino Milo, de solo nueve meses.
Benítez jugó siempre en Central Larroque de Entre Ríos, club del Federal C.
Milo sufría de una obstrucción biliar y, tras una serie de tratamientos, el trasplante se convirtió en la única alternativa. Allí apareció su tío que, tras comprobarse la compatibilidad, decidió someterse a la operación en el hospital Austral de Pilar.
"Nunca dudé en donarle parte de mi hígado a Milo, no me importó nada. Sabía que era compatible y no lo dudé", dijo "Lulo" al Diario El Argentino de Gualeguaychú.
El jugador fue recibido en Larroque con varios carteles de agradecimiento.."God save": Dios salva, dice la remera gris que Alejandro tenía puesta cuando llegó.
Wily, el padre de Milo escribió en Facebook: "En una actitud de gran héroe 'Lulo' donó parte de su hígado para que pueda vivir mi hijo. Su acto de amor familiar sobrepasó los niveles de valentía, entereza y entrega hacia su sobrino,sin importarle los costos que estos traían de manera temporaria para su calidad de vida".
Una historia que reconforta.
FUENTE: EL OBSERVADOR
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