Se trata de un grupo de 20 inmigrantes de cubanos y venezolanos que trabajaban en un establecimiento de Canelón Chico a cambio de comida y un lugar para dormir.
Todos ellos vivían bajo el mismo techo y todos los días un vehículo los pasaba a buscar para ir a trabajar y después los regresaba.
La situación no se hizo evidente hasta que una de las mujeres del grupo realizó la denuncia.
El Intendente de Canelones, Yamandú Orsi, explicó que es un "tema muy puntual" y que es un "posible exceso a la hora del vínculo laboral".
FUENTE:TELENOCHE

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