Alergias estacionales en primavera y sus efectos en el cuerpo
La primavera es sinónimo de renacimiento y crecimiento, pero para muchas personas también marca el inicio de las alergias estacionales.
Estas alergias, conocidas comúnmente como "fiebre del heno" o rinitis alérgica, son reacciones exageradas del sistema inmunológico a sustancias presentes en el aire, como el polen. El comienzo de la primavera es particularmente problemático, ya que la polinización de árboles, plantas y flores aumenta considerablemente, lo que provoca síntomas en quienes son alérgicos.
¿Qué ocurre en el cuerpo durante las alergias estacionales?
Cuando una persona alérgica entra en contacto con alérgenos como el polen, su sistema inmunológico los percibe como amenazas, aunque en realidad son inofensivos. Esta confusión provoca una serie de reacciones:
Liberación de histamina: El cuerpo libera histamina, una sustancia química que causa los síntomas más comunes de las alergias, como congestión nasal, picazón en los ojos, estornudos y secreción nasal. La histamina provoca la dilatación de los vasos sanguíneos y el aumento de la permeabilidad capilar, lo que contribuye a la inflamación y el enrojecimiento en los tejidos afectados, principalmente en la nariz, ojos y garganta.
Inflamación de las vías respiratorias: Las membranas mucosas de la nariz y los senos paranasales se inflaman, lo que causa congestión. En algunos casos, las alergias también pueden agravar o desencadenar episodios de asma, ya que las vías respiratorias se contraen y se inflaman.
Aumento de la producción de moco: El cuerpo intenta expulsar los alérgenos produciendo más moco, lo que resulta en una nariz que gotea o está congestionada. Este exceso de mucosidad puede generar malestar y afectar la calidad del sueño, lo que incrementa la fatiga.
Picazón y lagrimeo: Los ojos, al ser expuestos al polen, tienden a picar, enrojecerse y lagrimear, debido a la inflamación de la conjuntiva (la membrana que recubre los ojos). Esta reacción ocular es una de las características distintivas de las alergias estacionales.
Factores que agravan las alergias en primavera
Altas concentraciones de polen: A medida que las plantas y los árboles florecen, liberan grandes cantidades de polen en el aire, lo que exacerba los síntomas de las alergias.
Clima ventoso: El viento transporta el polen a largas distancias, aumentando las posibilidades de que las personas alérgicas lo inhalen.
Humedad: Las condiciones húmedas pueden favorecer el crecimiento de moho y la proliferación de ácaros del polvo, lo que también puede agravar las alergias.
Cómo minimizar los síntomas
Mantener las ventanas cerradas: Evitar que el polen entre en el hogar o la oficina es fundamental. Es recomendable utilizar aire acondicionado con filtros limpios.
Ducharse y cambiarse de ropa al llegar a casa: El polen puede adherirse a la ropa y el cabello, por lo que es útil ducharse al final del día para eliminar cualquier residuo.
Uso de antihistamínicos: Los medicamentos de venta libre, como los antihistamínicos, pueden aliviar los síntomas al bloquear la acción de la histamina.
Evitar salir durante los picos de polen: Generalmente, los niveles de polen son más altos a primeras horas de la mañana y al atardecer, por lo que se recomienda evitar actividades al aire libre en estos momentos.
Cambios a largo plazo
Con el tiempo, una exposición prolongada a los alérgenos puede hacer que los síntomas se vuelvan más severos y frecuentes. Algunas personas también pueden desarrollar una "alergia cruzada", donde el sistema inmunológico comienza a reaccionar a ciertos alimentos con proteínas similares a las presentes en el polen.
En conclusión, las alergias estacionales en primavera son una respuesta exagerada del cuerpo ante la exposición al polen. Si bien no se pueden prevenir del todo, existen medidas para reducir su impacto y mejorar la calidad de vida durante esta estación del año.
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