Publicado por Pablo Fernández Acheriteguy
Cabos sueltos. Así se han descubierto crímenes de todo tipo a lo largo de la historia. Esos “cabos sueltos” no necesariamente están directamente ligados al meollo que se investiga, sino que en muchos casos terminan encontrándose en sitios marginales de cada historia y sus protagonistas.
La trágica desaparición de Micaela Onrubio el pasado 27 de marzo, ha dejado sin aliento a la sociedad y sus instituciones. Aquí ya no se trata de buscar al responsable, sino de encontrar a su víctima. El victimario está tras las rejas, solo hay unos pocos rastros de su víctima. Rastros y nada más.
Este tipo de episodios violentos generan fuerte impacto en la opinión pública y remueven sentimientos de todo tipo… también moviliza recuerdos.
La investigación policial está parada en terreno estéril, se limita a la búsqueda física de rastros. Quizás haya que viajar más en el tiempo que por caminos y sendas de la zona Este del departamento.
Viajar en el tiempo, iniciando esa regresión a la nochecita del pasado 27 de marzo y profundizar más, ir más lejos siguiendo pequeños datos y versiones.
La trágica desaparición de Micaela Onrubio el pasado 27 de marzo, ha dejado sin aliento a la sociedad y sus instituciones. Aquí ya no se trata de buscar al responsable, sino de encontrar a su víctima. El victimario está tras las rejas, solo hay unos pocos rastros de su víctima. Rastros y nada más.
Este tipo de episodios violentos generan fuerte impacto en la opinión pública y remueven sentimientos de todo tipo… también moviliza recuerdos.
La investigación policial está parada en terreno estéril, se limita a la búsqueda física de rastros. Quizás haya que viajar más en el tiempo que por caminos y sendas de la zona Este del departamento.
Viajar en el tiempo, iniciando esa regresión a la nochecita del pasado 27 de marzo y profundizar más, ir más lejos siguiendo pequeños datos y versiones.
Quizás haya que viajar 15 años hacia atrás, en la misma zona con los mismos vecinos. Remover el pasado podría sacudir el presente.
Remover el pasado podría abrir las puertas al esclarecimiento de otras historias.
Hay veces que entrevistar personas en un momento caliente puede provocar que algunos datos desaparezcan y solo se rescaten datos cruciales cuando el tiempo haya transcurrido.
Una pista indiscutible en este caso es la macabra seguridad del victimario en que nunca se encontrará a su víctima. ¿Por qué está tan seguro? ¿En que basa su siniestra confianza? ¿tiene experiencia en hacer desaparecer rastros?.
La joven Onrubio fue vista por última vez en la nochecita del 27 de marzo, cuando Gabriel Pistón la arrastraba para subirla a su automóvil. Tres disparos alertaron a los vecinos, que al asomarse vieron a la chica tratando de escapar de este hombre y gritando.
Tres días después, ya con las peores noticias, los vecinos de la ciudad Villa Rodríguez, se reunieron conmovidos para expresar su desazón y organizar la búsqueda de la joven desaparecida.
Casualmente en esa concentración de vecinos, hubo un recuerdo que explotó en la cabeza de varios. Se trata de un caso ocurrido hace 15 años atrás.
Otra chica que desapareció sin dejar rastros y que tendría como actor protagonista al mismísimo Gabriel Pistón.
El 15 de enero 2004, Jimena Basignani dejó una carta donde anunciaba que se iría trabajar a Maldonado. Pocos minutos después de la medianoche salió caminando de su casa y nunca más se supo de ella. Estaba embarazada.
El tiempo pasó y la familia nunca tuvo noticias suyas. Nueve meses después de su partida, la abuela de Jimena radicó denuncia por desaparición. Su abuela, María Daisy Acosta, conocida como “Chicha” por todos los rodriguenses, murió hace pocos días.
El sepelio de Chicha coincidió con la conmoción por la desaparición de Micaela Onrubio. Allí surgió una interrogante espeluznante:¿En 2004, Jimena Basignani podría haber corrido desagracia similar a la de Micaela Onrubio en 2019?.
En aquel momento Jimena Basignani, tenía un novio tan joven como ella – de 18 años – pero dejó un carta. Una carta muy curiosa.
Ademas de confirmar allí que estaba embarazada, informaba que se iba atrabajar a Maldonado y reclamaba que no la buscaran. “No quiero que me busques , ni que preguntes más nada de mi…”. En la carta le pide disculpas por irse y también por haber salido con “otro loco”. Ahora las versiones señalan que varios vecinos sabían que “el otro loco” era nada más y nada menos que Gabriel Pistón.
Es un detalle muy serio como para dejarlo pasar. La policía ya tiene esta información, se hicieron algunas averiguaciones y se descartó vinculación entre el 2004 y el 2019.
En la pésima tarea policial que se ha desarrollado, ya sea por investigación o búsqueda, resulta injustificable no trabajar seriamente sobre le caso de 2004 para encaminar el esclarecimiento de esta episodio 2019.
En estas últimas jornadas, la policía citó a familiares de Jimena Basignani para que concurrieran a la seccional octava. La “entrevista” fue rápida y sin profundidad. Poco interés o poca capacidad investigativa.
Remover el pasado podría abrir las puertas al esclarecimiento de otras historias.
Hay veces que entrevistar personas en un momento caliente puede provocar que algunos datos desaparezcan y solo se rescaten datos cruciales cuando el tiempo haya transcurrido.
Una pista indiscutible en este caso es la macabra seguridad del victimario en que nunca se encontrará a su víctima. ¿Por qué está tan seguro? ¿En que basa su siniestra confianza? ¿tiene experiencia en hacer desaparecer rastros?.
La joven Onrubio fue vista por última vez en la nochecita del 27 de marzo, cuando Gabriel Pistón la arrastraba para subirla a su automóvil. Tres disparos alertaron a los vecinos, que al asomarse vieron a la chica tratando de escapar de este hombre y gritando.
Tres días después, ya con las peores noticias, los vecinos de la ciudad Villa Rodríguez, se reunieron conmovidos para expresar su desazón y organizar la búsqueda de la joven desaparecida.
Casualmente en esa concentración de vecinos, hubo un recuerdo que explotó en la cabeza de varios. Se trata de un caso ocurrido hace 15 años atrás.
Otra chica que desapareció sin dejar rastros y que tendría como actor protagonista al mismísimo Gabriel Pistón.
El 15 de enero 2004, Jimena Basignani dejó una carta donde anunciaba que se iría trabajar a Maldonado. Pocos minutos después de la medianoche salió caminando de su casa y nunca más se supo de ella. Estaba embarazada.
El tiempo pasó y la familia nunca tuvo noticias suyas. Nueve meses después de su partida, la abuela de Jimena radicó denuncia por desaparición. Su abuela, María Daisy Acosta, conocida como “Chicha” por todos los rodriguenses, murió hace pocos días.
El sepelio de Chicha coincidió con la conmoción por la desaparición de Micaela Onrubio. Allí surgió una interrogante espeluznante:¿En 2004, Jimena Basignani podría haber corrido desagracia similar a la de Micaela Onrubio en 2019?.
En aquel momento Jimena Basignani, tenía un novio tan joven como ella – de 18 años – pero dejó un carta. Una carta muy curiosa.
Ademas de confirmar allí que estaba embarazada, informaba que se iba atrabajar a Maldonado y reclamaba que no la buscaran. “No quiero que me busques , ni que preguntes más nada de mi…”. En la carta le pide disculpas por irse y también por haber salido con “otro loco”. Ahora las versiones señalan que varios vecinos sabían que “el otro loco” era nada más y nada menos que Gabriel Pistón.
Es un detalle muy serio como para dejarlo pasar. La policía ya tiene esta información, se hicieron algunas averiguaciones y se descartó vinculación entre el 2004 y el 2019.
En la pésima tarea policial que se ha desarrollado, ya sea por investigación o búsqueda, resulta injustificable no trabajar seriamente sobre le caso de 2004 para encaminar el esclarecimiento de esta episodio 2019.
En estas últimas jornadas, la policía citó a familiares de Jimena Basignani para que concurrieran a la seccional octava. La “entrevista” fue rápida y sin profundidad. Poco interés o poca capacidad investigativa.
Como ya se ha señalado en nota anterior, (Busque, en sj.uy la nota “Homicidio sin cuerpo”) las autoridades deben comenzar esta investigación de cero, con más seriedad y mayor responsabilidad; con profesionalismo… la actuación policial está dejando muchísimo que desear en este caso.
La cúpula policial del departamento, se ha mostrado al frente de la presunta investigación por el caso Onrubio. Quizás llegó el momento de sacarle el control de estas tareas
Alguien del Ministerio del Interior debe tomar las riendas… ya no se trata de una desaparición, sino de dos mujeres cuyo paradero se desconoce y Pistón es el elemento común en estas dos tristes historias. Son más cabos sueltos, que ya tiene un largo collar de puntos flojos…
La cúpula policial del departamento, se ha mostrado al frente de la presunta investigación por el caso Onrubio. Quizás llegó el momento de sacarle el control de estas tareas
Alguien del Ministerio del Interior debe tomar las riendas… ya no se trata de una desaparición, sino de dos mujeres cuyo paradero se desconoce y Pistón es el elemento común en estas dos tristes historias. Son más cabos sueltos, que ya tiene un largo collar de puntos flojos…
FUENTE: SJ.UY

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